lunes, 25 de mayo de 2009

la extinción de los dinosaurios :


los dinosaurios son un superorden de animales vertebrados que dominaron los ecosistemas del mesozoico durante unos 160 millones de años, alcanzando una gran diversidad y en general tamaños gigantescos. Una de sus principales características distinguibles fue que poseían las patas situadas por debajo del cuerpo, como los mamíferos, y no hacia los costados, como la mayor parte de los reptiles. Durante los últimos años se han acumulado pruebas científicas muy contundentes de que pequeños dinosaurios carnívoros dieron origen a las aves durante el periodo Jurásico. De ahí que, actualmente, las aves estén clasificadas dentro de Dinosauria. Los dinosaurios se confunden frecuentemente con otros tipos de reptiles antiguos, como los alados pterosaurios, los terápsidos pelicosaurios y los acuáticos ictiosaurios, plesiosaurios, y mosasaurios, aunque ninguno de estos era realmente dinosaurio.
La extinción fue la causante de la desaparición definitiva de los dinosaurios, los ammonites, y algunas aves y mamíferos primitivos. Existen multitud de hipótesis para explicar este singular fenómeno:

Colisión de un asteroide
El cráter de Chicxulub en la península de Yucatán, lugar de impacto del meteorito que habría causado la extinción de los dinosaurios.
La teoría de la colisión de un asteroide con la Tierra, la más ampliamente aceptada actualmente, fue propuesta por el físico estadounidense Luis Walter Álvarez y su hijo, el geólogo Walter Álvarez a finales de los años 1970. Explica que la gran extinción de finales del período Cretácico comenzó con la caída de un bólido a la Tierra. Esta clase de meteorito habría hecho impacto en Chicxulub (Península de Yucatán, México) hace aproximadamente 65,5 millones de años. Álvarez notó un aumento repentino de los niveles registrados de iridio (elemento abundante en cierta clase de meteoroides), a escala global en el estrato de rocas correspondientes al período Cretácico, sugiriendo la existencia de una catástrofe de proporciones mundiales. La mayor parte de las pruebas actuales parece confirmar en efecto que un planetesimal de 10 kilómetros de diámetro impactó en los alrededores de la península de Yucatán, creando el cráter de Chicxulub de 170 kilómetros de diámetro y provocando una cadena de extinciones en masa. Los científicos no están todavía seguros de si las poblaciones de dinosaurios prosperaban o disminuían inmediatamente antes del acontecimiento del cataclismo, aunque algunos grupos consideran que podrían haber existido dinosaurios aún a principios del Cenozoico.
Aunque la velocidad de la extinción no pueda ser deducida del registro fósil, varios sugieren que el proceso fue sumamente rápido. El acuerdo general entre los científicos que apoyan esta teoría consiste en que el impacto causó una debacle que se desarrolló de dos formas: directamente (por la energía disipada durante el impacto de meteorito) y también indirectamente (a través de un enfriamiento mundial de la temperatura ambiente, causada por la materia expulsada del cráter de impacto, que reflejó la radiación termal del Sol hacia el espacio exterior).

Múltiples colisiones o La Nube de Oort
Esta teoría es similar a la de Álvarez en el sentido que hace participar a eventos originados en la mecánica celeste. Propone que una corriente de cometas fue desalojada de la nube de Oort debido posiblemente a la influencia gravitacional causada por una estrella en órbita extraordinariamente cercana. Uno o varios de estos hipotéticos objetos colisionaron con la Tierra en una seguidilla de muy alta frecuencia, causando profundos cambios ecológicos que precipitaron el final. Al igual que con el impacto de un único asteroide, el resultado de este bombardeo de cometas habría sido un descenso repentino y acusado en las temperaturas globales, cambio al que buena parte de las especies vivientes no pudieron adaptarse.

Cambios climáticos
A finales del período Cretácico no existían los casquetes polares, estimándose que los niveles del mar eran de 100 a 250 metros más altos que los actuales. La temperatura del planeta era también mucho más uniforme, con sólo 25 grados Celsius de diferencia entre los registros polares promedio y los del Ecuador. Por regla general, la temperatura atmosférica promedio era también mucho más elevada; los polos, por ejemplo, eran 50°C más calientes que hoy en día
La composición química de la atmósfera durante la era de los dinosaurios era asimismo muy diferente a la actual. Los niveles de dióxido de carbono presentaban una concentración 12 veces mayor, y el oxígeno formaba del 32 al 35% de la atmósfera, comparado con el 21% actual. Sin embargo durante el Cretácico tardío, el ambiente experimentó un cambio radical. La actividad volcánica disminuyó gradualmente, lo que condujo a un ciclo de enfriamiento e hizo que los niveles de dióxido de carbono atmosférico comenzaran a caer. Al mismo tiempo, la concentración de oxígeno en la atmósfera también comenzó a fluctuar con tendencia netamente descendente. Algunos científicos suponen que el cambio del clima, combinado con niveles de oxígeno inferiores a los presentes, podría haber conducido directamente a la desaparición de muchas especies. Si los dinosaurios tuvieron sistemas respiratorios similares a aquellos comúnmente encontrados en las aves modernas, puede haberles sido particularmente difícil el desenvolverse con niveles de oxidante rápidamente decrecientes, considerando las enormes demandas de sus voluminosos cuerpos.
Posibles dinosaurios no avianos en el Cenozoico:
En el 2002, los paleontólogos James E. Fassett y Robert A. Zielinski reportaron el hallazgo de un hueso de la pata de un Hadrosaurus en El Ojo, Nuevo México (Estados Unidos). Los restos datan de principios del Paleoceno, aproximadamente hace 64,5 millones de años. El descubrimiento es de excepcional significación científica, pues sugiere que algunos —quizá unos pocos— dinosaurios existieron aún en la Tierra por lo menos hasta medio millón de años después de la gran extinción. A estos sobrevivientes se los llama "Dinosaurios del Cenozoico". Se ha indicado que una explicación alternativa —y de impacto mucho menos dramático— podría ser que los restos hubieran sido desplazados hacia un estrato más reciente debido a tenues movimientos de tierra. No hay que olvidar que la teoría del meteorito como único causante de la desaparición es poco plausible, y por consiguiente cualquier otro causante tardaría varios millones de años en desarrollar su actividad destructiva por completo, por lo que es posible que los restos de hadrosáuridos no fuesen más que los huesos de los últimos supervivientes de la gran extinción dinosauriana.

*La causa de la desaparición de los dinosaurios hace 65 millones de años, hasta hace poco tiempo, había sido un misterio. Investigadores propusieron varias explicaciones al motivo por el cual desaparecieron repentinamente, en todo el mundo, el 75 por ciento de las especies que habitaban nuestro planeta; especies de plantas y animales que había dominado el mundo plenamente y no tenían motivo alguno aparente para dejar de existir. Se propusieron teorías sobre en un posible cambio de temperatura y cambios climáticos, en intensa actividad volcánica que pudo envenenar a los seres vivos; también se propusieron enfermedades que los afectaron. Y hasta hubo propuestas que llegaron a pensar que los dinosaurios de algún modo se suicidaron.
Se investigaron las causas que se podrían haber suscitado en la Tierra pero también podría haber acabado con los dinosaurios algún fenómeno provocado por un objeto que haya venido del espacio. Los investigadores tomaron en serio la idea puesto que en el espacio existen fragmentos rocosos, metálico o de hielo que viajan entre los planetas. Sus tamaños pueden variar desde el de una cabeza de alfiler hasta el de una ciudad, y los hay más grandes de decenas de kilómetros. Viajan a enormes velocidades y a decenas de kilómetros por segundo.
Existe evidencia de que un objeto de roca, metal o hielo impactó la Tierra hace aproximadamente 65 millones de años época que corresponde a la última gran extinción masiva de especies vivas.
A finales de la década de 1970, un grupo de científicos encontraron una delgada capa de arcilla que conten a grandes cantidades de un metal raro y poco común en La Tierra llamado iridio estrato que coincide temporalmente en la misma época poca de en que desaparecieron los dinosaurios y muchas otras especies vivas de la época. Esta capa de estrato arcilla con trazas de iridio se ha encontrado prácticamente en cualquier parte del mundo. La cantidad y proporción del metal encontrado aumenta al analizar la profundidad del suelo en lugares cada vez más cercanos al Mar Caribe.
El objeto que haya depositado ese metal debió ser un fragmento sólido de unos diez u once kilómetros de diámetro que impactó con el planeta Tierra. Al chocar a alta velocidad, habría producido una gran explosión que lo pulverizó, además de generar una enorme onda de choque que dio varias vueltas a la Tierra, generando calor —más que el producido por millones de bombas nucleares— que envió a la atmósfera una gran cantidad de partículas depolvo que oscurecieron el cielo provocando que la temperatura de la Tierra bajara drásticamente. Los dinosaurios y otras especies de plantas y animales murieron lentamente.
Este objeto dejó un gran cráter de más de 200 kilómetros de diámetro. Al pasar el tiempo, millones de años después el cráter fue desapareciendo de la superficie puesto que la lluvia, el viento, el agua y los sedimentos marinos lo fueron recubriendo paulatinamente. Es por eso que hoy en día no existe un enorme cráter visible. Investigaciones geológicas y evidencias en las perturbaciones gravitacionales en el suelo realizadas por geólogos y geofísicos lo ha detectado.
Las investigaciones del suelo terrestre descubrieron que existe un enorme cráter sedimentado en el Mar Caribe y en la Península de Yucatán, que tiene una antigüedad de 65 millones de años. Este objeto (que pudo haber sido un cometa o un gigantesco meteorito) cambió el curso de la vida en nuestro planeta. Este hecho abrió el camino para el desarrollo de nuevas especies vivas.